Magnetismo

El magnetismo o energía magnética es un fenómeno físico por el cual los objetos ejercen fuerzas de atracción o repulsión sobre otros materiales. Hay algunos materiales conocidos que han presentado propiedades magnéticas detectables fácilmente como el niquel, hierro, cobalto y sus aleaciones que comúnmente se llaman imanes. Hay materiales en los que el magnetismo no ofrece dicha fuerza como: agua, vidrio, plástico, papel, madera, aluminio.
En particular el acero se comporta como un escudo frente al magnetismo.
En la antigua Grecia de los años 600 A.C. se sabía que ciertas piedras atraían el hierro.
Los imanes generan naturalmente una fuerza magnética y esta se caracteriza por tener dos polos (N) y (S), relacionado esto con el campo magnético terrestre con un polo en el Norte y el otro polo en el Sur. 
Campo magnético terrestre
Su distribución depende de su forma

Su potencia es mayor cuanto mayor masa tiene. También cuando una barra imantada la partimos en dos se obtienen dos imanes, también con dos polos cada uno, pero de menor intensidad que cuando esta entera.
La distribución de la intensidad de la fuerza magnética se conoce como Líneas de fuerza y estas parten del polo N hacia el Polo S.
El electrón es el causante de esta propiedad. A nivel atómico, el electrón orbitando en el núcleo puede generar un campo magnético, también el giro de un electrón sobre sí mismo, “spin” genera un campo magnético.

En el imán permanente hay millones de átomos que poseen sus electrones que giran y que por estar alineados entre sí estas propiedades se suman. Imantar un material es ordenar sus diminutos imanes atómicos, como observa en la figura


imanes imantados
Dipolos magnéticos desordenados y ordenados